jueves, 25 de agosto de 2011

Viaje a Irlanda

Ya se han acabado las vacaciones, ahora queda esperar a las próximas, e ir pensando donde ir.  Este año Irlanda, un país muy bonito por sus praderas verdes, llenas de ovejas, vacas y caballos.  La mayoría de los días son nublados con pequeñas lluvias, tuvimos un día muy lluvioso y dos de sol.

El principio del viaje fue en Dublín, una ciudad agradable llena de pubs, y muchos de ellos con música en vivo.  No es una ciudad muy grande, así que en un par de días se puede visitar todo lo más importante. 


Hay muchos restaurantes de muchos países, italianos, japoneses, franceses, … Si realmente queréis comer comida irlandesa lo mejor es ir a los pubs.  Te ponen unos platos enormes a buen precio, y ricos.  Sobre todo ternera, cordero y salmón.
Yo un día me pasé un poquitín pidiendo una Monster Burguer en un pub de Temple Bar, llamado Faringtons.  Llevaba una hamburguesa de ternera enorme, con lechuga, queso, lomo, bacon y un huevo frito, acompañada de un montón de patatas fritas.  (Me la comí toda :P )


Me llamó la atención ver en casi todas las panaderías o cafeterías expositores con cupcakes y muffins, incluso paraditas delante de una iglesia.  Probé el de Oreo, mmmm, (no me pude resistir y me compré un par de libros de cupcakes y pasteles, espero que veáis los resultados).   Para los amantes del café cuesta encontrar un expresso, lo normal es que te pongan un vaso de café aguado.  A mi, que me encanta el chocolate me pasó algo similar, no tienen chocolate espeso, y la mayoría de las veces es como aguado, pero de vez en cuando encontrabas un buen chocolate con leche y con nubes por encima.



Segunda parada Galway, una ciudad costera bonita, con una playa preciosa, por la mañana con la marea baja se podía andar por la arena llena de conchas, y por la tarde y marea alta la playa dejaba de existir.  A una hora al norte está el parque nacional Connemara donde podéis visitar la Abadía Kylemore con sus jardines, lo recomiendo, y acercaros al lago Corrib.  En la misma ciudad de Galway probamos un restaurante asiático llamado Da Tang, según nos dijeron hacen ellos mismos los fideos, y realmente están muy buenos, yo me tomé la mejor sopa de won ton que he probado.




Bajando de Galway nos paramos en el castillo de Kinvara, y en los acantilados de Moher, geniales, muy aconsejables.
Tercera parada Limerick, que decir de esta ciudad, sinceramente no nos gustó, casi todo cerrado, muchos locales abandonados.  Tiene un castillo, del que te hacen pagar demasiado por lo poco que es, os recomiendo hacer parada sólo para ver el castillo por fuera.  Aquí me compré un libro de cocina tradicional Irlandesa, muy calórica tendré que esperar a invierno.  Un restaurante a recomendar: Chocolate, me comí una ensalada de pato con hoisin muy rica.
Mientras estábamos en Limerick hicimos una excursión de una hora y media a Cashel una ciudad bonita con un castillo que están restaurando y una abadía medio derruida.


Cuarta parada Cork, justo antes de llegar al pueblo hay el castillo de Blarney, tiene unos jardines enormes con árboles de todos tipos.  Visitamos una prisión antigua, el mercado Inglés lleno de productos frescos.  Sitio recomendable para comer Strasbourg Goose Restaurant, yo probé el pato crujiente con salsa de naranja.
Debajo de Cork se encuentra la ciudad de Kinsale, un pueblo pesquero curioso por las casas de diferentes colores.  Aquí probamos los platos más típicos: ensalada de salmón ahumado y mejillones.  Un poco más abajo quisimos ver un faro, aunque nos encontramos un campo de golf en medio, y no nos dejaron pasar.  Pero pudimos ver unas vistas preciosas de la costa.


Quinta parada Kilkenny.  Antes de llegar paramos en Waterford para ver la fábrica de cristal, pues no vayáis, al llegar a la ciudad y preguntar nos dijeron que la fábrica estaba cerrada desde hacía un tiempo, y lo único que tienen para visitar es la tienda de recuerdos.  Al final paramos para comer en Thomastown, en The Blackberry Café, un sitio donde hacen sándwiches, y tienen un montón de repostería, probamos un zumo de manzana casero muy bueno.
En Kilkenny hay varias cosas para visitar, la calle principal y el castillo con su extensísimo campo de césped.  Es conocido por tener varias fábricas de cerveza, nosotros fuimos a ver la Smithwick’s.   Un sitio para comer aunque creo que és el más turístico: Kytelers Inn, comimos muy bien, tiene la fábula que antiguamente era de una mujer acusada de brujería que se tuvo que marchar del país, para no ser quemada.  Durante el viaje fui viendo varias tiendas de chucherías, todas con aspecto antiguo: todo puesto en estanterías y tarros bien ordenados.



Ya para acabar, cuando volvíamos a Dublín, nos paramos en los Jardines Japoneses al lado de Kildare.  No se trata sólo de unos jardines, si no también donde hacen cría de caballos para las carreras, los jardines son muy bonitos, y si tienes suerte puedes acariciar alguno de los potros que se acercan a las vallas.

Unas cuantas de las cervezas que probamos típicas irlandesas.  Guinness tostada, en general no gustó, es un poco aguada.  Murphy’s tostada, buena con más cuerpo.  Smithwick’s es una cerveza roja demasiado suave.  O’haras roja con más cuerpo y rica.  Bulmers no es cerveza si no sidra, pero muy rica.





 En general el país me ha gustado mucho, los paisajes son muy bonitos, vale la pena ir a los pubs y mezclarte en el ambiente.   Y conducir por la izquierda es toda una experiencia.  Espero que os haya gustado esta entrada, si alguien quiere ir, y preguntar algo ya sabéis J






lunes, 8 de agosto de 2011

Magdalenas de Chocolate

Geniales para una merienda o un desayuno rico y contundente.  Yo con una ya me lleno!

Dejo este post, y me voy de vacaciones, por fin!


Ingredientes:

4 huevos batidos
300 gr. azúcar
450 gr. harina
1 sobre de levadura
½ vaso de leche
1 vaso de aceite de oliva
150 gr. de chocolate negro fundido
Ralladura de 1 limón


Elaboración:

Mezclar en un bol el azúcar con los huevos, la leche y el aceite. Ir añadiendo la harina, junto con la levadura, poco a poco mientras removemos. Para acabar añadir el chocolate.  Para que la mezcla quede bien, mejor ayudarnos con una batidora.
Poner en los moldes y al horno, precalentado a unos 200º, durante 15-20 minutos.