Una
opción para las fiestas, lleva un poco de tiempo pero no es muy
complicada. Recomendado acompañar con pan para mojar en la salsa.
Ingredientes (para 3 personas):
1
solomillo de cerdo abierto para rellenar (Carnisseria Serra Pla)
1
diente de ajo cortado en láminas
1
cebolla cortada en juliana
1
cucharada de harina
75
ml vino blanco
10
langostinos
20
gr de queso curado
Sal
Para
la salsa americana:
Las
cabezas y cáscaras de los langostinos
5
Chalotas o 1/2 cebolla
½
guindilla
Brandy
4
cucharadas de Tomate triturado
½
vaso de Vino blanco o de agua
Elaboración:
Primero
limpiamos los langostinos, sacando las cabezas y las cáscaras y
guardándolas para la salsa. Podemos deshechar el intestino.
En
una cazuela o sartén con un poco de aceite sofreímos el ajo y la
cebolla.
Cuando
empiece a transparentar agregamos la harina, le damos un par de
vueltas y añadimos el vino. Mezclamos bien hasta que quede una
salsita ligada y la harina quede cocida.
Añadimos
los langostinos y el queso, solo 2 minutos, lo justo para que los
langostinos queden un poco cocidos y el queso fundido.
Colocamos
el solomillo abierto en la mesa.
Salpimentamos
y rellenamos con los langostinos.
Ahora
tendremos que atarlo con el cordel. Primero rodeamos una punta y
hacemos un nudo. Pasamos el cordel por debajo y lo juntamos como
veis en la foto. Hacemos esto hasta llegar al final, donde haremos
otro nudo. Pasamos el hilo por debajo de un extremo a otro
uniéndolos y acabando con otro nudo.
En
una cazuela con un poco de aceite doramos el solomillo por todos
lados a fuego fuerte. Bajamos el fuego, tapamos y dejamos cocer 10
minutos por cada lado (este proceso se puede hacer en el horno).
Cortamos
en rodajas, servimos en un plato con la salsa por encima.
Para
la salsa americana:
En
una sartén sofreímos las chalotas con la guindilla. Cuando empiece
a transparentar añadimos las cáscaras de los langostinos, las
rehogamos y chafamos las cabezas para que suelten su jugo.
Añadimos
el brandy y flameamos, removemos hasta que se vaya apagando el fuego.
A continuación agregamos el tomate y el vino y dejamos reducir unos
8 minutos.
Pasamos
el preparado por un chino trabajando las cáscaras para extraerles el máximo de jugo y obtener una salsa fina. Podemos mantenerla caliente en un
cazo hasta servirla sobre la carne o emplatarla en una salsera tibia.
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