Este pastel ha sido un experimento y creo que salió bastante bien. Como base utilicé el bizcocho de yogurt con ciertos cambios. De relleno una ganaché, para cubrir un frosting de queso y cacahuetes caramelizados. Tiene varios procesos, con lo que lleva bastante tiempo, pero francamente el resultado creo que justifica el trabajo.
No estoy nada contenta con la foto del corte, pero la inicial salió muy borrosa, así que aquí tenéis una con el pastel en las últimas.
Ingredientes:
Bizcocho:
1 Yogurt natural
3 medidas de yogurt de harina
2 medidas de yogurt de azúcar
1 sobre de levadura
3 huevos batidos
1 cucharada casi rasa de mantequilla de cacahuete
Ganaché de chocolate:
250 gr. nata líquida
250 gr. chocolate negro (utilicé del 70%)
150 gr. cacahuetes sin sal, pelados y troceados
Frosting de Queso:
300 gr. Queso para untar
150 gr. Azúcar glass
250 gr. nata para montar
Cacahuetes caramelizados:
Agua
Azúcar
150 gr. cacahuetes sin sal y pelados
Aceite de girasol
Elaboración:
Los cacahuetes caramelizados los podéis hacer el día anterior, se hacen igual que la receta de las nueces caramelizadas.
El bizcocho, no deja de ser un bizcocho normal, así que mezcláis todos los ingredientes con la varillas, lo vertéis en un molde redondo, al horno precalentado a 200º unos 35 minutos o hasta que al clavar el palillo salga limpio.
La ganaché de chocolate, hacedla cuando ya tengáis el bizcocho hecho, si la hacéis antes endurecerá y será difícil de repartir. Poner un cazo con la nata a fuego lento, cuando esta empiece a calentar añadir el chocolate troceado. Remover hasta que se haya fundido. Dejar en la nevera unos diez minutos, al sacarla batir con la varillas y quedará una mezcla cremosa.
El frosting de queso, coger un recipiente grande y montar la nata, cuando esté casi montada añadir el azúcar, y acabar de montarla, luego añadir el queso y mezclar bien (yo todo el proceso lo hago con la batidora de varillas). Tiene que quedar una textura un poco compacta.
Para finalizar el montaje, coger el bizcocho ya hecho y hacer dos cortes horizontales. Separar los 3 pisos, en el primero repartimos la mitad de la ganaché con la ayuda de una espátula y la mitad de los cacahuetes troceados. Colocar el segundo piso encima y repartir la otra mitad de la ganaché y el resto de los cacahuetes. Colocar el tercer piso, cubrir todo con el frosting de queso con la ayuda de la espátula. Para finalizar esparcir los cacahuetes caramelizados por encima. Dejar en la nevera una hora mínimo antes de comer para que la ganaché tenga una consistencia más dura, y listo para comer. Que aproveche!