Me encanta descubrir nuevos sabores y la comida marroquí lo consigue con su mezcla de especias, además de ser muy sabrosa.
Ingredientes:
1 cebolla pequeña picada
350 gr. de cordero picado
2 dientes de ajo picados
1 cucharada comino molido
1 cucharadita de jengibre molido
1 cucharadita de pimentón
1 cucharadita de canela molida
Unas hebras de azafrán
1 cucharadita de harissa
2 cucharadas de cilantro picado
2 cucharadas de perfil picado
1 huevo batido
Unas 7 hojas de pasta filo (cortadas horizontalmente en unos 12 cm. de ancho, y lo largo que de la hoja)
Aceite de oliva
Mantequilla fundida
Semillas de sésamo
Elaboración:
Poner un poco de aceite a fuego lento en una sartén, con la cebolla, hasta que quede blanda. Luego poner el cordero y el ajo. Rehogar unos minutos salar y añadir las especias, la harissa, el cilantro y el perejil.
Una vez este todo cocido, escurrir el aceite, poner en un cuenco y mezclar el huevo.
La pasta filo al contacto con el exterior se seca enseguida, así que mejor si ponéis un paño húmedo (no mojado) encima, mientras vais preparando los briouats.
Coger una de las tiras de pasta filo, con un pincel la untamos con mantequilla fundida, y ponemos otra tira encima. Luego ponemos un poco de la mezcla en un extremo y vamos enrollando juntando los bordes de la masa, para que quede bien cerrado.
Dejarlos en una bandeja de horno, con papel de horno. Cuando la bandeja esté llena, los pintamos por encima con mantequilla, y espolvorear las semillas de sésamo. Poner al horno, precalentado a 180º, durante unos 15 minutos