Aprovechando
el excedente de uvas en el huerto y os propongo este pastel que queda
muy cremoso. Hacer el zumo de uva es bastante laborioso, aunque
siempre podéis comprar mosto.
Ingredientes:
Base:
150
gr galletas
75
gr mantequilla
Relleno:
500
gr queso cremoso (he puesto medio de mascarpone y medio philadelphia)
200
ml leche
200
ml nata
100
ml zumo de uva
50
gr azúcar
1
sobre cuajada
Cobertura:
150
ml zumo de uva
25
ml moscatel
3
hojas de gelatina
Uvas
si son blancas y negras queda mejor presentado
Elaboración:
Si
queréis hacer el zumo, se tiene que lavar las uvas y pasarlas por un
chino. No se puede triturar, porque las semillas le darían un sabor
amargo. Colad con una malla y dejad reposar en la nevera para que
decante el sólido.
Base:
Trituramos
las galletas y fundimos la mantequilla. Mezclamos haciendo una masa
y cubrimos el fondo del molde que quede bien nivelado (tiene que ser
un molde que ser puede quitar el aro lateral).
Relleno:
Mezclamos
los dos quesos en un bol y reservamos.
En
un cazo ponemos la leche, nata, zumo de uva y el azúcar, mezclamos y
cuando empiece a hervir retiramos del fuego y agregamos la cuajada.
Volvemos a poner en el fuego más bajo y mezclamos bien durante un
minuto.
Vertemos
la mezcla rápidamente en el bol con el queso, y con unas varillas
eléctricas lo mezclamos todo.
Vertemos
sobre el molde que ya tiene la masa de galletas y guardamos en la
nevera.
Esperamos
al menos 1h para que cuaje.
Cobertura:
Dejamos
las láminas de gelatina en remojo.
Cortamos
las uvas por la mitad, quitando las pepitas y las ponemos encima del
pastel.
En
un cazo ponemos el zumo de uva y el moscate. Cuando ya esté
caliente añadimos las hojas de gelatina ya hidratadas, vamos
mezclando hasta que se hayan integrado. Reservamos un par de minutos
para que se enfríe, pero no lo suficiente para que cuaje, y con
cuidado (yo lo hago con un cazo pequeño) vamos vertiendo el líquido
encima del pastel.
Volvemos
a poner en la nevera y dejamos 1h más. Y listo.