Este lechazo nos acompañó desde
Burgos este verano, lo teníamos en el congelador. En la carnicería
nos lo envasaron al vacío y nos separaron las chuletas. Tuvimos
para dos comidas una delicia, y el remate final con el resto del
lechazo. Como no, también nos trajimos unas morcillas, lo mejor
para acompañarlo, y un poco de lechuga para que no se diga que no
comemos verde jeje
Ingredientes:
Medio lechazo sin las chuletas
(Aproximadamente 1,8 Kg.)
Sal
Agua
Elaboración:
Para que quepa en el horno, y como nos
hemos comido ya las chuletas, el cordero queda en dos piezas.
Saladlas generosamente y disponerlas con la parte fea (la que tiene
el corte) hacia arriba en la bandeja del horno o una tartera de
barro. Añadid algo menos de un dedo de agua al fondo y al horno.
Deberá estar precalentado a 150º.
Dejadlo 30 minutos por kilo de carne, mientras vertéis el jugo sobre
la carne de vez en cuando para que no se seque. Pasado este tiempo
girad las piezas, así la parte bonita quedará hacia arriba, y subid
la temperatura a 180º para dorar la piel. 10 o 15 minutos mas por
kilo y listo.