Coca de azúcar o de panadero

Hace tiempo que tenía ganas de hacerla, estupenda para un buen desayuno, esponjosa y sabrosa con el azúcar y el anís. Yo la corto en porciones y la guardo en el congelador. Por la mañana la descongelo poniendo encima de la tostadora, así calentita ñam!

Ingredientes: (me sale para dos cocas medianas, si solo queréis una, dividid los ingredientes por dos)

500 ml leche

50 gr levadura fresca

500 gr harina de fuerza

400 gr harina de trigo

10 gr sal

35 gr azúcar

Aceite de oliva

Azúcar

¼ de vaso de anís

Elaboración:

En un cazo calentamos un poco la leche, hasta que esté un poco tibia.

Mezclamos en un vaso la leche y la levadura desmenuzada.

En un bol mezclamos todos los sólidos, las harinas, la sal y el azúcar y luego añadimos la leche con la levadura. Vamos mezclando bien y cuando ya tengamos la harina ligada con la leche lo pasamos a una mesa harinada y trabajamos la masa hasta que nos quede una masa compacta y que no se pegue en los dedos.

Volvemos a poner en el bol con un poco de harina (para que no se nos pegue luego), tapamos con un paño y dejamos en un sitio templado 1 hora, hasta que doble su tamaño.

Pasado el tiempo cortaremos la masa en dos, amasaremos una, durante un minuto, y con la ayuda de un rodillo le damos la forma que queramos. Que os quede medio centímetro mínimo de grosor. Colocamos la coca encima de una bandeja de horno con papel sulfurado, tapada con un paño un mínimo de 1h para que suba. (Podéis ir preparando la otra masa y tenerla reservada para cuando saquéis la primera coca del horno)

Pasado el tiempo pintamos la superficie con un poco de aceite de oliva. Con las yemas de los dedos, presionamos la coca haciendo pequeños agujeros (sin llegar al fondo), los rellenamos con aceite y luego espolvoreamos azúcar, sed generosos con el azúcar.

Ponemos al horno precalentado a 220º, yo pongo unos 12 minutos solo encendido abajo, y luego unos 5 minutos arriba y abajo hasta que veo que coge color tostado.

Sacamos del horno, dejamos reposar un par de minutos y con una cucharada vamos repartiendo el anís. A parte de sabor, también le da más color y brillo.

Y si hacéis la receta entera, ya podéis poner al horno la otra masa que ya teníais preparada.