Esta
es la receta que siempre hace mi madre. Un clásico para sacarle
partido a los sufridos guisantes, que no suelen pasar de un salteado,
congelados, con bacon. No se si calificarla de “Mar y montaña”,
ya que no se suelen mezclar legumbres y pescado, ¿que os parece?
Espero
que os guste tanto como a mi
Ingredientes:
1
kg de sepia limpia y cortada en trozos de unos 2cm
2
hojas de laurel
1
cebolla grande picada
2
ajos picados
1
cucharada de pimentón dulce y un poco del picante según os guste
2
tomates pelados, sin pepitas y cortados a cuadros pequeños
3
patatas medianas cortadas a trozos
200
gr guisantes
1
vaso de vino blanco
Aceite
de oliva
Sal
2
ajos y perejil picado para el final
Elaboración:
Ponemos
un poco de aceite en una cazuela con la sepia y las hojas de laurel.
Cocemos unos 5 minutos, dejando que la sepia deje su jugo.
Añadimos
la cebolla y los ajos, dejamos hasta que la cebolla empiece a coger
color.
Agregamos
el pimentón y el tomate, rehogamos un poco.
Añadimos
las patatas cortadas y los guisantes, regamos con el vino blanco y
acabamos de cubrir con agua, subimos el fuego para que hierva.
Dejamos
cocer la patata unos 20 minutos, o hasta que esté cocida. Dejando
que se evapore el caldo.
Cuando
ya esté retiramos la cazuela del fuego y esparcimos el ajo y el
perejil picado por encima.
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